EL OSTEOPATA

El osteópata es una persona que ha decidido dedicar su vida profesional al servicio de la salud. Pero no ha elegido el camino de la medicina, a pesar de existir médicos que posteriormente han realizado una formación completa en osteopatía; tampoco ha elegido el camino de la fisioterapia, a pesar de existir fisioterapeutas que posteriormente han realizado una formación completa en osteopatía; tampoco ha elegido el camino de la odontología, ni el de la enfermería, acupuntura, naturopatía, homeopatía, etc., a pesar de que posteriormente hayan realizado una formación completa en osteopatía.
Según la Organización Mundial de la Salud, OMS,el osteópata es un profesional sanitario de primera intención e independiente de otras disciplinas (como la medicina o la fisioterapia).  Formado con rigor, cuya labor es la de valorar y solventar todo tipo de desequilibrios o alteraciones funcionales que se presentan a diario en el ser humano. Se desmarca y destaca de otras disciplinas afines o similares porque:

 

1. Sólo utiliza, exclusivamente, sus manos como única herramienta.
2. Considera a la persona como un todo indivisible. Ejemplo, si hay un dolor o sufrimiento (síntoma), esto no es algo aislado, sino el resultado de un desequilibrio global del cuerpo (causa). No enferma un tobillo, la columna lumbar o nuestro estómago: es la persona en conjunto quien lo hace.
3. El osteópata no trata enfermedades, trata personas.

 

Un osteópata es un profesional cualificado, con una base científica proveniente de una formación basada en dos pilares fundamentales:
1. La anatomía, dentro de ella la biomecánica, fundamentalmente, y
2. La neurología.

 

Además, el osteópata está formado en embriología, histología, fisiología, clínica, radiología, biología, pruebas de laboratorio, etc. Y Terapia Manual Osteopática, TMO. Las principales herramientas del osteópata son: las técnicas de tejido blando, los estiramientos analíticos miofasciales, las técnicas globales correctivas posturales, las normalizaciones articulares con thrust, las técnicas funcionales y fasciales, los bombeos y tracciones manuales, las técnicas sacro-craneales, las manipulaciones viscerales, las técnicas de liberación energética y emocional, etc.
La principal virtud que ha de tener un osteópata es la calidad del tacto y una sensibilidad extrema. Cualquier persona que carezca de ellas, nunca será un buen osteópata, a pesar de que sea médico o fisioterapeuta. En el instituto Internacional de osteopatía Avanzada primamos estas cualidades por encima de la capacidad intelectual si esta no va acompañada de tacto y sensibilidad. La osteopatía es un arte, al igual que la pintura, la escritura, la música, etc. ¿Podemos poner puertas al arte? ¿Podemos impedir a personas con talento que no sean osteópatas por no tener estudios sanitarios? Rotundamente NO. Acaso se niega el talento que tenía Mozar, Vincent Van Gogh, Jimmy Hendrix…y tantos autodidactas con un talento espectacular. En nuestro instituto potenciamos el arte del tacto y la sensibilidad por encima de la intelectualidad carente “de talento manual”.

 

Competencias básicas
Los osteópatas comparten un conjunto de competencias básicas que les guía en el diagnóstico, manejo y tratamiento de sus pacientes y que constituyen la base para el abordaje osteopático dentro de la atención sanitaria. Las competencias esenciales para la práctica osteopática en todos los programas de formación son las siguientes:
– Una base sólida en la historia de la osteopatía, la filosofía y el enfoque para el cuidado de la salud.
– Una comprensión de las ciencias básicas dentro del contexto de la filosofía de la osteopatía y los cinco modelos de estructura-función. Concretamente, esto debería incluir el rol neurológico, vascular-respiratorio, biomecánico, biopsicosocial y bioenergético; todos ellos permiten mantener la bioquímica y las funciones celulares y sistémicas normales y adaptativas, en los estados de salud y enfermedad.
– La capacidad para formar un diagnóstico diferencial adecuado y un plan de tratamiento.
– Una comprensión de los mecanismos de acción de las intervenciones manuales terapéuticas y la respuesta bioquímica, celular y sistémica a la terapia.
– La capacidad para valorar la literatura médica y científica de manera crítica e incorporar la información relevante dentro de la práctica clínica.
– Competencia en las habilidades palpatorias y clínicas necesarias para diagnosticar disfunción en los sistemas mencionados y en los tejidos del cuerpo, poniendo énfasis en el diagnóstico osteopático.
– Competencia en una amplia gama de habilidades de la Terapia Manual Osteopática o Tratamiento Manipulativo Osteopático, TMO.
– Habilidad en el examen físico y en la interpretación de pruebas y datos relevantes, incluyendo diagnóstico por imagen y resultados de laboratorio.
– Comprender la biomecánica del cuerpo humano, incluyendo, pero no limitándose, al sistema articular, fascial, muscular y fluídico de las extremidades, columna vertebral, cabeza, pelvis, abdomen y torso.
– Experiencia en el diagnóstico y la TMO de los trastornos neuro-musculoesqueléticos.
– Profundo conocimiento de las indicaciones y contraindicaciones del tratamiento osteopático.
– Conocimiento básico de las técnicas que se utilizan habitualmente en la medicina tradicional y en las medicinas complementarias-alternativas y su integración al trabajo del osteópata.

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